Huffpost Voces, NY
Aunque no lo mencionó explícitamente, para el Presidente Barack Obama el décimosegundo aniversario de los ataques del 11 de septiembre tenía un especial significado, en momentos en que pende la posibilidad de otro ataque militar estadounidense en Medio Oriente.
En una ceremonia en el Pentágono, donde se estrelló uno de los aviones aquel día fatídico – una de varias que se llevaron a cabo en Washington y Nueva York este miérc
«Tengamos la sabiduría necesaria para saber que pese a que el uso de la fuerza es a veces necesario, la fuerza, por sí sola, no puede construir el mundo que queremos», dijo.
Pocas horas antes, Obama había pronunciado un mensaje a la nación en el que defendió como muy posible una represalia contra Siria por haber atacado a su propia población con armas químicas.
Pasaron 12 años, pero muchos de los que rodeaban al mandatario, familiares de aquellos asesinados el 11 de septiembre de 2001, lloraron ante las palabras de su Comandante en Jefe. Como es tradicional, vestían rojo, blanco, azul.
«Nuestros corazones sangran por aquellos futuros que fueron arrancados, por aquellas vidas que pudieron ser», dijo Obama limpiándose la cara del sudor con un pañuelo.
En el edificio de la secretaría de Justicia, el titular Eric Holder pidió, ante una audiencia de centenares de emplados «recordar a los casi 3,000 inocentes cuyas vidas se perdieron» y a los 72 agentes de la ley que murieron por salvar a otros.
El día se inició con una sombría ceremonia de recordación en el jardín del Sur de la Casa Blanca. Obama, con su esposa Michelle, el vicepresidente Joe Biden y la esposa de éste Jill liderando una comitiva, a las 8:46 en punto de la mañana, la misma hora en que el primer avión hizo blanco en la torre del Centro Mundial de Comercio en Nueva York.
Los presentes inclinaron sus cabezas y mantuvieron un prolongado momento de silencio.
En Nueva York, en el epicentro del ataque, en donde estaban las Torres Gemelas, se llevó a cabo la ceremonia central anual, en la que se leyeron uno a uno los nombres de las víctimas, con la presencia de centenares de deudos y amigos que perdieron a los mejores. A las 8:46 llegó, también aquí, el sobrecogedor minuto de silencio.
El 11 de septiembre, dijo el Presidente, es una ocasión no solamente para la memoria sino para que los vecinos ayuden a sus propios vecinos. Con información de AP