Feliz, juguetón y amigable, Bo, el perro de la familia Obama, aseguró su estadía en la Casa Blanca por un período de cuatro años, luego de que su amo juramentara para un segundo mandato.
Bo no solo es el “primer perro” de la nación sino que los estadounidenses le tienen un gran cariño.
Cuando llegó a la presidencia por primera vez, Barack Obama les prometió a sus hijas que tendrían una mascota, luego de muchas opciones eligieron un perro de aguas portugués blanco y negro.
Bo fue un regalo del fallecido senador demócrata Edward Kennedy y lo bautizaron con ese nombre porque sus primos tienen un gato con el mismo nombre y porque su abuelo materno, ya fallecido, tenía el apodo de Didley, como Bo Didley, cantante de rock estadounidense que falleció en 2008.
De hecho, Bo, fue la estrella de las decoraciones de las pasadas navidades en la Casa Blanca.
El animal es reconocido como parte esencial de la familia presidencial. Fue incluido en la postal de Navidad y en las festividades de fin de año apareció en todas las celebraciones.