Nido de zarrapastrosos
Ricardo Escalante Es un magnífico día, soleado con agradable temperatura, bueno para una relajante caminata. En eso ando, acompañado por esos pensamientos punzantes que van y vienen, en irremediables vueltas con las angustias que ya no me abandonan y hasta se ensañan. ¿Cómo deshacerme de ellas? Es un sentimiento de impotencia, como ese de Kafka…