La corresponsal en Washington del diario brasileño O Estado de S. Paulo, Cláudia Trevisan, fue arrestada el jueves 26 de septiembre tras intentar entrevistar al presidente del Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) Joaquim Barbosa, quien asistió ese día a una conferencia en la prestigiosa universidad estadounidense Yale.
Trevisan intentó hablar con el juez Barbosa, quien participaba en un seminario privado en la universidad. Según la revista digital Slate, se le informó a Trevisan que no podía asistir al evento y decidió esperar al juez afuera. Cuando le pidió a un agente de la policía universitaria que le corroborara cuál era el edificio donde se llevaría a cabo el seminario, fue llevada a otro lado para ser interrogada. La policía retuvo su pasaporte durante ese tiempo, reportó Slate.
La periodista luego fue esposada, acusada por invasión a la propiedad privada y se le mantuvo detenida por casi cinco horas, primero dentro de una patrulla y luego en una celda en una estación de policía de New Haven, Connecticut, informó el portal de noticias Terra.
En entrevista con el diario británico The Guardian, Trevisan dijo que no intentó en ningún momento entrar al lugar donde se llevó a cabo el seminario y acusó a la la policía universitaria de comportamiento «extremadamente violento y desproporcionado».
«Fui esposada, tratada como una criminal, fue totalmente impactante. Para mí fue difícil de entender y totalmente innecesario. Fue violencia contra una periodista intentando hacer su trabajo», le dijo a THe Guardian.
Dos días después, Yale publicó un comunicado de prensa diciendo que la detención de Trevisan fue «justificada» pero que no presentaría cargos en su contra.
«Ella entró a la propiedad de Yale y a la escuela de leyes sin permiso y procedió a entrar a otro edificio donde los asistentes del seminario se estaban reuniendo», dijo la universidad. «Cuando se le preguntó por qué estaba en el edificio, ella declaró que estaba buscando a un amigo con quien se suponía que se iba a reunir. Fue arrestada por trespasar. La policía siguió el procedimiento normal y la señorita Trevisan no fue maltratada en ninguna forma».
Trevisan ha sido la corresponsal de Estadão en Washington desde finales de agosto y trabajó en China por cinco años anteriormente. Dijo que fue a cubrir la visita de Barbosa a Yale, donde participó en el Seminario Constitucionalismo Global 2013. Intercambió correos electrónicos con la directora de comunicaciones de la universidad Janet Conroy, quien le dijo que la prensa no podría asistir al evento.
Varias organizaciones periodísticas criticaron a la policía de la universidad por el episodio. Claudio Paolillo, presidente de la comisión de libertad de prensa e información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), llamó a la reacción de la policía «una actitud desproporcionada de vigilancia y seguridad en la universidad, la cual al final limita la tarea periodística».
En su blog, el periodista Laurentino Gomes se preguntó: «¿Habría sido el trato el mismo si se hubiera tratado de un reportero del New York Times o del Washington Post o de la cadena de TV CNN o cualquier otro de los grandes medios en Estados Unidos?» Según Gomes, «no hay ‘un evento fuera de límites para la prensa’ si es del interés público o si hay alguien ahí que debe ser entrevistado en el nombre del interés público».
* Tomado de Periodismo en las Américas, Centro Knight, Univ. de Texas