Acaba de salir a la venta el libro (“An American Son. A Memoir”) del Senador Marco Rubio (Mayo 28, 1971), en donde hace una relación de los hechos más importantes transcurridos en lo que va de su fructífera vida, incluyendo datos sobre sus padres, quienes vinieron desde Cuba a los Estados Unidos durante el siglo pasado. Algunos de estos hechos, por cierto, no han estado exentos de críticas (su paso itinerante por las religiones Baptista y Mormona para regresar al catolicismo), cuando no sujetos a controversia, pues hay quienes sostienen que los padres de Rubio no emigraron de Cuba en la época de Fidel Castro sino durante el gobierno de Fulgencio Batista. Sinembargo, cualquiera que sea la verdad en torno a esta inmigración, lo cierto es que sería intrascendente, en virtud de que tanto la dictadura de Batista como la de los Castro han sido regimenes realmente execrables, hasta el punto de generar cada uno en su caso, la emigración de millares de cubanos en busca de un mejor destino hacia otros países, principalmente a los Estados Unidos.
El indicado libro de Rubio fue precedido de otro (“The Rise of Marco Rubio”) del periodista (The Washington Post) Mario Roig-Franzia, donde el autor destaca diversos aspectos en la vida del Senador latino y su ascendente carrera política, desliza ciertos comentarios críticos y reconoce que Rubio está llamado a ocupar un destacado papel en la política de los Estados Unidos durante las próximas décadas. Para quienes hemos venido siguiendo la eficiente actuación de Marcos Rubio en su papel de Senador de los Estados Unidos, no queda la menor duda que éste se encuentra preparado y con ganas de ocupar las más altas posiciones políticas en este país, incluidas las de Vicepresidente (cargo para el cual se menciona en la formula con Mitt Romney) y hasta la de Presidente, si decidiera optar por este destino durante las próximas elecciones de 2016.
En pocas palabras, por su destacada actuación desde el Senado en los más importantes eventos que afectan al país aportando soluciones constructivas y con ánimo combativo, por la mención que se hace de su nombre para integrar la formula con Mitt Romney durante las elecciones de este año, por las críticas y las controversias que se generan en torno a su papel en la política de Estados Unidos, y por cuanto su figura despierta simpatías no sólo en la creciente población latina sino en el más amplio espectro republicano, Marco Rubio ya representa el mejor activo latino a considerer con vista a las próximas elecciones presidenciales de 2016. Veremos….