La arepa genera una batalla legal y levanta la ira de la comunidad venezolana en Toronto

  
  • La arepa se convirtió en protagonista de una gran polémica lejos de su Venezuela natal: en la movida ciudad de Toronto. Foto: Flickr – Stevendepolo

por  /  Noticias Montreal

Lo que comenzó como un mensaje en un grupo de Facebook se convirtió en una bola de nieve con cientos de comentarios, un grupo de venezolanos enfurecidos y un comunicado oficial.

Arepa Café abrió sus puertas en noviembre de 2009 con la finalidad de ofrecer a la comunidad delGreater Toronto Area lo mejor del tradicional plato venezolano. De igual forma la empresa inició el proceso para registrar la marca de su empresa ante la oficina de propiedad intelectual de Canadá.

Tiempo después otro joven venezolano logró abrir un pequeño puesto de comida en el movido mercado de Kensington. ¿El nombre? Arepa Market. De ahí en adelante se disparó un conflicto legal que requirió abogados y terminó con el cierre del segundo establecimiento.

En abril de 2011 el gobierno canadiense otorgó el registro de la marca Arepa Café a los dueños del restaurant. Poco tiempo después, exigieron al dueño de Arepa Market, a través de abogados, quitar el nombre con el que identificaba su negocio por considerar que confundía al consumidor y afectaba a su clientela y por consiguiente a su negocio.

El dueño de Arepa Market, ante la incapacidad de financiar un proceso legal, decidió apagar las luces yponer fin a su empresa a finales del verano pasado, antes de enfrentar demandas más serias.

Con el tiempo la historia se conoció y se regó como pólvora. Para la comunidad venezolana la decisión de Arepa Café de presionar por medios legales a Arepa Market es una injusticia, tomando en cuenta que todo el conflicto gira en torno a una palabra común dentro del vocabulario venezolano y latinoamericano  que parece imposible registrar.

Pero para las leyes canadienses es distinto. Al no ser una palabra común del inglés o el francés, pudo ser registrada sin problemas y pasó por todos los procesos legales.

Ante las críticas, los dueños de Arepa Café decidieron publicar un comunicado relatando su postura en torno a la situación. Niegan haber forzado a Arepa Market a cerrar sus puertas y defienden su derecho de hacer respetar su marca registrada.

“Debemos recordar que todo lo que se intenta hacer es tratar de evitar confusión entre las marcas. Si esto se logra y se llega a un acuerdo, todos seguimos normal”, señala el comunicado.

Aún así, admiten haber actuado de manera legal ante Arepa Market como respuesta a la intención de su dueño de registrar también su nombre. “Digamos que esta ʻsegunda compañía (Arepa Market) opta porignorar esta comunicación de solucionar la situación y más bien decide registrar su propiotrademark con un nombre similar. ¿Cuál sería la reacción de la primera compañía al ser ignorada? La primera compañía debe utilizar los canales de la ley, enviando comunicados que no pueden ser ignorados”.

De igual manera señalan que no buscan “secuestrar” el término arepa, sino hacer respetar la ley.

¿Cuál es el problema?

Arepa Café cumplió los requisitos para registrar su marca y sustentó su demanda con el apoyo de la ley, de eso no hay dudas aparentes. Pero el problema radica en la intención que la comunidad venezolana de Toronto y Canadá percibe de las acciones de la empresa.

El grupo de venezolanos en Toronto en Facebook fue inundado por comentarios de usuarios molestos (más de 300). Creen que la acción es una simple maniobra legal para “secuestrar” el término tradicional venezolano y limitar cualquier tipo de competencia en la industria.

Según la demanda de la empresa, el problema es utilizar como marca el término “Arepa” seguido de un adjetivo descriptivo, lo que deja muy pocas opciones para potenciales empresarios no solo de Torontosino de todo Canadá. Sin embargo, el término “Arepa Café” es visto como dos sustantivos en la lengua española, mientras que en Canadá el primero puede ser tomado como un nombre propio.

Las consecuencias

La molestia de los venezolanos de la región llegó a niveles altos, al punto que están organizando unboicot al restaurante de comida tradicional venezolana.

Otros han asomado la idea de realizar una protesta pacífica frente al establecimiento para exigir que se “libere” el uso del término Arepa.

El dueño de Arepa Market puso punto final a la historia y siguió con sus proyectos personales. Pero para la comunidad venezolana en el país parece una batalla que apenas comienza, ante una realidad sustentada por las leyes canadienses.

Sobre el Autor

 – Periodista venezolano, fotógrafo y uno de los fundadores de Noticias Montreal. Trabajó en el diario deportivo Líder en Deportes de Venezuela cubriendo fútbol hasta que decidió iniciar una nueva aventura en Montreal. Música, tecnología e internet.

Link: http://noticiasmontreal.com/20914/la-arepa-genera-una-batalla-legal-y-levanta-la-ira-de-la-comunidad-venezolana-en-toronto/

3 comentarios en “La arepa genera una batalla legal y levanta la ira de la comunidad venezolana en Toronto

  1. En Miami tenemos dos restaurantes: Arepazo 1 u original y el Arepazo 2, ignoro si confrontaron problemas legales por la marca, lo que observo es que al parecer compiten por atraer a sus locales los eventos políticos de la comunidad venezolana y las conferencias de prensa, lo cual en ocasiones genera situaciones surrealistas. Por ejemplo, los periodistas hemos escuchado a Capriles, Arria o Medina exponer sus programas de Gobierno en medio de pedidos de Reinapepiada y empanadas de queso para llevar. (Este mensaje lo publiqué originalmente en el FB de mi estimado amigo y colega José Emilio Castellanos donde leí el artículo)

  2. Juan José Monsant Aristimuño says:
    February 2, 2012 at 7:58 pm

    Los dueños de Arepa cafe saben que la palabra arepa es un sustantivo común en lengua castellana, no pueden apropiarse de ella, así como no se puede apropiar nadie de la palabra lápiz, agua, cafe, río, cielo o agua. Actuaron de mala fe, contra la lógica, la buena fe de las autoridades canadienses, y contra un venezolano en el exilio, por codicia. Quizá por la sumatoria de esas actitudes nuestro país sucumbió a la inmoralidad, la degradación, la arbitrariedad y la sin razón, con su fruto de muertos, huérfanos, viudas, expatriados y desesperados. Tiempo de reflexión y solidaridad y, si somos creyentes, tiempo de recordar la misericordia del Señor

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